14/1/09


sentí que vivía en un infierno, hasta creí que el infierno estaba divido en muchos tipos y en diferentes grados - de eso sigo creyendo lo mismo - pero ahora siento que no conocí el infierno más catastrófico, quizás el más fuerte que he vivido hasta ahora, pero visto desde las diferentes perspectivas de los seres humanos y a la vez no humanos, puede ser vivir en el paraíso. quizás puede ser tomado como una exageración más, pero es el sufrimiento propio y la capacidad de uno lo que lo convierte en un infierno que parece imposible de soportar.
creí conocerlo, sentí como mis lagrimas recorrían cada centímetro de mi rostro, y que en mi desesperación me llevo a la manipulación de instrumentos que siempre creí que conocería, y que llegarían a tocar mi piel. nunca pensé que alcanzarían a pasar más allá de lo visible, de lo que cubría mi epitelio. me sentí capaz de traspasar esa piel, el dolor superaba lo que mis ojos veían y fue por eso que me sentí cobarde y tomé el coraje suficiente para incrustar ese filo en la parte elegida.
el infierno que conocí y sigo conociendo en menos grado continua atormentándome pero el paraíso es más fuerte que las llamas satán.

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